Las puertas correderas son un cerramiento arquitectónico muy versátil para todo tipo de habitaciones. Cuando necesitas privacidad puedes dejarla a la vista y cuando no, la desapareces en la estructura adosada a la pared. Dejando el área abierta y despejada. La instalación de una puerta corredera ofrece muchas ventajas y algunos inconvenientes. Veamos algunos de ellos para ayudarte a decidir si son la opción que buscas para tu inmueble.
Ventajas de las puertas correderas
- Generan mayor espacio
Al elegir una puerta corredera, se maximiza la apertura del espacio. A diferencia de una puerta tradicional abatible que necesita espacio extra para su apertura, las puertas correderas se deslizan en el casoneto o armazón y quedan ocultas dentro de la pared.
Generan así la percepción de que hay mayor espacio y luminosidad entre las habitaciones. Además, te permite conectar pequeñas estancias (baño y vestidor, cocina y comedor, salón y patio), donde cada metro cuadrado cuenta.

- Ayudan a mantener la privacidad
Si valoras tu privacidad y quieres tener una habitación donde puedas trabajar o estar en paz, con las puertas correderas puedes separar tu oficina, dormitorio, etc. de una forma elegante y práctica. Y si te preocupa el ruido, hay opciones en el mercado que aíslan el ruido de una habitación a otra.
- Funcionan con cualquier estilo de decoración
Las puertas correderas se adaptan al estilo que necesites sin perder su funcionalidad. Bien sea que quieras un diseño moderno, clásico, victoriano, rústico, industrial… Hay un modelo para todos los gustos. Y como la estructura queda fija en la pared, si quieres renovar la decoración, puedes pintar la puerta o cambiarla por otra sin perder más tiempo ni dinero en la instalación del casoneto.
- Variedad de modelos en el mercado
Como mencionamos anteriormente, existen modelos para todos los gustos y con facilidades de instalación. Para un montaje con obras, empotradas en la pared, o sin obras, en rieles instalados sobrepuestos (las llamadas puertas de granero).
También pueden venir con armazón preenfoscado y sin preenfoscar para facilitar el empotrado en pared. Y pueden ser de una o dos puertas, con opción de deslizarlas cada lado, en una misma dirección o contrapuestas.
- Son sólidas y duraderas
La estructura es muy estable y segura. Y dependiendo del tipo de puertas que elijas: de madera maciza, MDF, vidrio o metal. Algunos materiales de puertas son más duraderos y una buena elección te garantiza pasar años sin hacer ningún tipo de reparación.
Inconvenientes de las puertas correderas
- Necesitan la instalación previa de un casoneto
El casoneto es la estructura o armazón sobre la cual va montada la puerta. Generalmente se venden con un kit de instalación, algunos incluyen la puerta, otros no. Pero es muy fácil de instalar y está disponible en versión simple o doble. La simple está conformada por una estructura y una puerta corredera; la doble tiene dos estructuras y dos puertas correderas.

- Necesitan mantenimiento regular
Debido a que la estructura utiliza rieles, rodillos, herrajes y otros mecanismos, es necesario lubricar y limpiar con regularidad. Sobre todo para evitar ruidos molestos, oxidación y para no tener problemas al rodar la puerta.
- Son más costosas que una puerta tradicional
Tienes que considerar que necesitas invertir en el casoneto y en una puerta (cualquiera estandarizada), además de los posibles gastos de mano de obra por la instalación. Pero dependiendo del tipo de estructura y sus elementos, las puertas correderas pueden resultar más económicas que otras.
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